La tarde cae y sol nos besa los ojos.
El perfume de los azares en primavera
coronan los minutos que siempre son eternos.
Solo tenemos nuestras sonrisas,
un te quiero millonario y los pies descalzos.
Los abriles así siempre son eternos.
Llueven las lucecitas del futuro.
Aquí estamos juntos una sola vez eternamente.